O eso es lo que todos nos proponemos cada vez que decimos adiós a un año y le damos la bienvenida al siguiente en nuestro calendario.
Y es que estos primeros días del año, además de las rebajas, son los días de los buenos propósitos para el año que comienza; propósitos que nunca, o casi nunca, se cumplen. Por ejemplo, hacer deporte, ponernos a dieta, aprender inglés, dejar de fumar,...
Quizá los primeros días conseguimos ir a correr o comer verduras, pero ¿cuánto tiempo duramos realizando todos estos sacrificios? Muy poco.
Yo creo que todas estas buenas intenciones finalizan más o menos a la par de las esperadas rebajas. A pesar de todo, está bien seguir intentándolo... una y otra vez.
¡Feliz Año 2009! y que vuestros propósitos se hagan realidad.
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